KILTROENLLAMAS

¿Qué puedo rescatar de este primer semestre? Me cuesta dar con un foco o un argumento inspirador, no hay conclusiones relevantes, ni moralejas reestructurantes, que eleven mi calificación intelectual ni mística. No hay gran aporte. Cuando analizo este primer semestre quizás lo más destacable es reconocer la preeminencia de la frustración como eje significativo de mi realidad. Mh… esa conclusión en si es frustrante.

“Creo que estoy en una suerte de disforia asintomática, egosintónica y ecosistémica”… o sea… ando aplanado y a nadie le importa. No mucho que profundizar. Cuando las cosas no se te dan, y sencillamente no te amargas; algo parece que no esta bien, pero da lo mismo. Y no porque no te importe, sino porque te sobra córtex cerebral como para darte cuenta que no tienes tiempo, ni ánimo para frustrarte. La frustración inevitablemente está ahí, pero conoces en detalle todo su desarrollo, lo aburrida que es, lo desgastante, el duelo ante las expectativas y toda esa charada lata que me tiene algo condicionado. Me detengo.

Hasta mis autodiálogos se han tornado fomes.

Y si. Quizás he introyectado un mundo latero que no me entrega muchas luces, que no me ofrece una realidad inspiradora. No. Plano. Como mundo precolombino. Plano, sin sorpresas, sin expectativas, sin deseos. ¿Anorgásmico? No se. Es un mundo que está. Es estático. No cambia. Por más que cambies. Sigue siendo el mismo. Uno es el wea que cambia y todo sigue funcionando igual… el mérito siempre estuvo en el no cambiar… Para variar me equivoqué.

Es como estar en una Matrix de lo Fome. Ves cada uno de los códigos, comprehendes cada una de las conductas, reacciones, miedos y adivinas el curso de los hechos. La gente que te rodea es un 1 o un 0. No hay más que eso. No hay pics, no hay downs, no hay oscilaciones. Ante ti, sólo puedes ver un eterno valle y una carita feliz en la mano izquierda. Y dices… Ok!… Será po’…