2 comentarios:
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Se agradece la lectura y el comentario. Como relato sintéticamente refiere a un miedo… una parte del texto, con lo que partía en realidad, fue eliminado… y hablaba de esta sobre exposición personal en relación a temas que en ocasiones pasan muy por debajo y que habitualmente no comento… este es un sentir… no es un boleto a la depresión catatónica… está muy lejos de ello. Además, desde que mi niña nació, renuncié al lujo de deprimirme o melancolizarme de manera terminal… es inevitable que en ocasiones ocurran cosas que te impactan y te noqueen, pero nada como para pegarse un tiro... la resiliencia, despues de épocas realmente cabronas, es un regalo que se atesora y se le saca brillo cada vez que se puede…
La Champagne es una tradición de año nuevo… un lujo en parte… pero en fin. Veré que pasa con la botella… es un Casillero del Demonio… se merece un buen abrir.
Saludos totales.
Deja el alcohol de una vez, te tiene cagao... hablando en serio, me pasa que cuando te leo siento ecos de otros tiempos, pero no me cuadra con la imagen que tengo de ti, como si el miedo que describes pudiese realmente existir, pero en el fondo no tiene la potencia para llegar a lo más profundo de ti... lo siento como un miedo superficial, quizás porque precisamente te he visto cuando la mierda corría por la calle de tu vida y sé que has pasado cosas peores... será que confío plenamente en ti y en que has tomado buenas decisiones, no lo sé. Me imagino que es parte del aprendizaje de este año.. en todo caso eso sí por favor deja las cursilerías de la champaña, eso es pa minas... una buena chela o su whisky, bien masculino... a lo mejor demasiada feminidad corta tus feromonas, mi querido wey