KILTROENLLAMAS

Se me hace un tanto difícil cerrar el año, teniendo a cuestas, una herida seca y traicionera. Durante estos 365 días, obviamente esperaba más en muchos ámbitos, y de muchas personas. La decepción ha sido inmensa, pero me ha servido para conocer la calidad humana de algunos, así como también las posibilidades que se abren a partir de continuas crisis.

Este despreciable año arrastra consigo la vida de quien me cuidó desde pequeño, mi abuela, así como también el amor de alguien en quien creía. Mi mayor deseo para el 2011 es poder recuperar la fe en temas que fueron muy frustrantes este año, y aprender discriminar entre corazones y venenosas espinas; entre verdades y simples apariencias.

A las doce se acaba, se detiene el reloj, en un segundo en que mágicamente todo comienza de nuevo. Un silencio que recibimos atribuyéndole el sueño de una nueva vida. Pero creo, en base a lo vivido, que el secreto no está en un instante místico, sino que está en uno mismo, en nuestra convicción de que cada momento, cada pausa nos permite contemplar seria y sinceramente, opciones para vivir de manera plena, sabiendo que la felicidad del cielo es para los que saben ser felices en la tierra.

Dios nos entrega las herramientas, con eso basta. No es necesario pedirle tanto. Lo demás depende de uno. No es necesario un año nuevo, no es necesario tanto abrazo y rito para atrevamos a reconocer, luchar y cuidar lo que es bueno para nosotros.

Quiero y deseo que todos tengan un magnifico nuevo año… consejo… no se rindan, por favor no se rindan... el chaparrón del 2010 ya nos hizo fuertes. Aprendamos de éste...

Para todos un maravilloso 2011… de todo corazón.