Trato Hecho
Posted: 6/26/2011 by Jack Bronson in
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- ¿Qué es eso?
- Nada…
- Pero no te tapes… ¿Qué tienes ahí? Deja ver.
- No… No te acerques. Por favor, no te acerques. No es nada bueno. Hay cosas que es mejor… ¡¿Qué haces…?!
Ella se acerca y aleja sus brazos del pecho…
- ¡¿Qué?! ¿Pero cómo? ¿Cómo puedes tener eso?
- Mh… Hay cosas de las que prefiero no hablar.
- Es como un agujero… un… inmenso agujero…
- Te dije. Es “Nada”.
- ¿Pero cómo puedes tener algo así? ¿Te duele?
- A veces.
- Pero lo dices como si fuera algo normal. ¿Cómo llegaste a tener algo como eso en el pecho? Algo así no aparece de la nada… tiene que tener alguna explicación.
- Antes era un jardín.
- ¿Un jardín? Eso es más raro aún… ¿Y que pasó?
- Simplemente se secó, y con el tiempo se convirtió en un espacio vacío.
- ¿Pero, por qué se secó?
- Eh… Bueno. Falta alguien ahí.
- ¿Alguien? ¿Te refieres a…?
- Si. Pero ya te dije. Hay cosas de las que prefiero simplemente no hablar. Al menos así da la impresión de que no existen… eso es mejor que esperar.
- Mh… entiendo… ¿Pero qué piensas hacer con ese vacío? No puedes andar así por la vida con eso. Con el tiempo te va a terminar matando.
- Ya lo hizo…
- ¿A qué te refieres?
- A que ya estoy muerto. ¿Ves la ubicación del vacío? Ahí debería haber algo… eso ya desapareció.
- Verdad… Tu corazón… tu corazón desapareció. Aún así no puedo dejar de fascinarme con eso que tienes ahí… ¿Puedo tocar?
- ¡¿Estas loca?! ¿Cómo se te ocurre tamaña estupidez? Te puedes hacer daño… No te acerques… Mierda… Te estoy diciendo que no lo hagas.
La chica se acerca y posa sus manos sobre los bordes de aquel incomprensible agujero.
- Uy!!!… es muy helado…
- Si en ocasiones me da mucho frío… Pero, por favor aléjate.
- Es tan amplio. De seguro el jardín debe haber sido impresionante…
- Si, era algo especial, hecho especialmente para ella. Pero no valió de nada crearlo, alimentarlo de sueños y promesas... quizás sólo era invisible para ella.
- Es más, podrías caer un universo aquí adentro. Dudo que haya sido invisible. Hay personas que simplemente son ciegas. No todo depende de uno.
- Como te dije. Prefiero no profundizar sobre ello.
- A ver. No puedo evitar hacerlo… permiso…
- ¡¿Qué haces?! ¡¡No te metas adentro…!!
- Tarde precioso…
Ágilmente la chica logra esquivar sus esfuerzos por evitar que ingrese al vacío. En cuestión de segundos ella desaparece en su oscuridad.
- ¡Sale de ahí! ¡No sabes que cosas te pueden suceder…!
- Tranquilo, me se cuidar… confía en mi. Mmmh… este espacio si que es amplio… Es algo oscuro, pero una vez adentro no se siente tan helado…
- Lo se. Yo hago que sea helado.
- ¿Para qué?... ¿Para qué haces eso?
- No se. Simplemente lo hago. Quizás me es más fácil sentir el frío…
- Si puedes modificar su temperatura, eso puede significar también que puedes controlar algunas otras cosas. Inténtalo con un poco de luz…
- A ver… Luz… luz… luz…
- ¡¡¡GENIAL!!! ¡Lo conseguiste! Ahora puedo ver con más claridad. Es realmente hermoso acá adentro…
- Gracias…
- Si. Es en serio. Desde acá puedo ver algunos trazos del jardín que me hablaste… era verdad… en realidad creaste un jardín.
- Ten cuidado…
- Voy hacia allá… espérame un momento.
- Ey!!! Espera… ¿A donde vas? ¡Te puedes perder!… Maldición. Lo hizo otra vez.
La chica corre hacia un distante recuerdo del jardín. Su silueta va difuminándose en la luminosidad, hasta perderse de vista. Él cierra los ojos. Piensa en ella. ¿Por qué lo hace? Se detiene en recuerdos, en su imagen, en su atrevimiento. Le preocupa no hacerle daño. Aún así ella parece no temer. En su profundidad puede percibir tenuemente sus pasos.
- Ey!!! ¿Te encuentras bien? ¿Me escuchas?... Mhh…Nada…
- Ey!!! ¡Aquí estoy! ¡Precioso, estoy bien! Mira lo que encontré…
- ¿Qué es eso?
- ¿Ya no lo recuerdas? Es tu corazón…
Un segundo de silencio. Ambos sonríen.
- Tu dime. ¿Que hago con él?
- No se. Tu eres quien se arriesgó. Tu dime.
- Se siente algo débil. Lo cuidaré… ¿Ok?
- Ten cuidado. Puede tener veneno… No se. Por alguna razón… No se…
- Tranquilo. Puedo sentir que tienes miedo. Siento que puedo confiar en él. Confía en mi. Soy fuerte.
- Ok… Lo haré.
- Sabes. Lo estuve pensando.
- ¿En qué estuviste pensando?
- Eh. Bueno… Creo que aquí hay mucho que hacer. Ehhh… ¿Me puedo quedar aquí por un tiempo?
Ambos vuelven a sonreír.
- Sólo si me ayudas a construir un nuevo jardín…
- Ok… ¡Trato hecho!