Sin Sabor

Posted: 12/08/2014 by Unknown in
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Insípido. Más que desilusionarte, insípido. Porque de ilusiones nos podemos llenar la cabeza hasta hacerla reventar. Pero así como hay años de los que no guardo ni el más humilde registro, así como hay otros que han sido insuperables, y otros que hasta miedo me dan recordarlos, este será el año más insípido y poco citable de todos. ¿Qué caballo ni que ocho cuartos? Si aún siendo caballo termino el año con un esguince que pinta a crónico…

No digamos que ha sido un mal año… no le demos ese lujo a este año. Digamos que fue una suerte de vulgar continuación del 2013, una reiteración de debelaciones macabras, un hastiarse de todo, un masticar el deseo incontenible de llenar la mochila de granadas y lanzarlas cual lluvia de gritos y desesperación imaginable puedas evocar. Porque sin ánimo de ser negativo, ha sido el año en el que aprendiste a desconfiar y sonreír cordialmente; en el que avanzaste aún sabiendo que todo era una mierda; en el que tuviste que resetearte una y otra vez para no tener que envenarte con personajes deleznables que no tienes la más minima idea de cómo llegaron a ser tus superiores.


Insípido, pero con aroma a podrido. Pero sin espacio a la vendetta, sino más bien a la renuncia, a sustentar el cambio y decir “basta”. Este año, al menos para mi, completa el naipe de la realidad, y no sólo pone en tela de juicio mi entorno, sino que también pone en la balanza mi propio autoconcepto. Me embarqué en un desafío de cartón, y a pesar de haberlo liderado con pasión y entrega, a pesar de que se conseguiremos los objetivos apostados… termino con un gusto a nada en la boca, desagradable, ineludible, insatisfactorio. 

1 comentarios:

  1. Unknown says:

    lo insípido llama a lo insípido, así que bueno, era de esperar...
    ya fuera de bromas, aunque la mierda del año se halla acumulado a tu puerta, creo que has sacado hartos aprendizajes y además, ya no le abres la puerta a la caca, dejándola afuera... no es que no exista, pero ya la tratas con la debida ecuanimidad y eso es un signo de madurez enorme... así que a pesar de lo insípido -o precisamente por ello- te felicito...