18/04/09
Posted: 4/18/2015 by Unknown in
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¿A quién le importa si lo
entienden? La narración es la que crea el mundo, y esta es mi historia, y quiéranlo
o no, es la mejor de las historias que conozco. Quien mastique críticas y
marchite las flores, que sepa que no importa; ya es demasiado tarde. Ya me di
la mano, y no hay nada que esperar ni borrar. El agua escurre entre mis dedos y
es cristalina y tiene sol. Hoy no es como esa vez, porque hoy dejó de ser ayer.
Aquella vez, corrí, salté, y me despedí de todo… Un Pulso. Es tan parecido como
morir para vivir.
¿Sabes dónde estoy? ¿Te importa a
caso? La memoria es un don escaso hoy en día en las azoteas atestadas de gente.
Estoy en el umbral de la puerta antes de saltar y aprender a volar. Sonrío cada
vez que lo vuelvo a hacer, porque sé que al final caigo de pies. En el último
segundo me muero de hambre, pero lo quise así, aunque él no lo soñó así. Soy
tan distinto a él. Pero quizás soy el único capaz de entenderlo. No sabía que
la marea arrasaría cada intención, cada castillito de cristal y al final nada tenía
que ver con reconstruirlo, nada con volar.
Esa noche caminé descalzo, porque
era extrañamente feliz, y no sé si deseo tocar ese retrato, pero está ahí y es
parte de lo que debía existir. Le veo solo en esa oscuridad, la primera de
cientos y no deseo augurarle la verdad. Sentí lo que era dejar de ser y volver
a descubrir el camino en el que me había quedado dormido. Pero para ello debo equivocarme,
apostar por el vacío estelar y caer. Y al abrir los ojos… recordar que estaba
vivo.
La caja y el computador, perdidos
en el bosque de recuerdos. SI, hoy hay un bosque en aquel lugar. Ya no llueve,
no hay dragones, ni espinas, ni olvidos. Hoy lo recorrí, el viento me regaló un
paseo por el infinito, pero ya nada existe, ni los objetos, ni las palabras, no
hay nadie ahí. Incluso la posada de los besos fue desenterrada. Sólo hay un
silencio estático, congelado y ausente a los parpados. Ya los pies no chocan
entre sí, no hay miradas dulces, ni copas escondidas, ni la culpa, ni el rencor.
Sólo hay un inicio y un final.
Si supieran lo importante que
esto es para mí, sólo para mí. Me siento feliz y orgulloso a la vez. El valor de
convertirse en villano. La decisión de desenterrar los zapatos y cerrar la
puerta. Justo o injusto, lo hice porque creía que era el más divertido de los
senderos, difícil, tortuoso, por momentos despiadado e imbecil, pero la mejor
de las rutas. Acepto lo que decidí, porque lo hice de corazón. Y aprendí a comprender
que eso tiene un valor incalculable.
Hoy vuelve a ser ese día. 6 años
es una distancia que tiene sentido para mí. Y hoy siempre será importante para
mí, aunque sea sólo para mi. Porque hoy comenzó el sueño del que debí despertar.