8

Posted: 8/07/2013 by Jack Bronson in
0



1 es la muerte; 2 es la vida; 3 la pasión; 4 el cambio; 5 los colores; 6 el camino; 7 el reflejo; 8…

Lo positivo de estar conciente de que haz tocado fondo, es que sabes que no puedes ir más allá de eso. Que hay un límite. Aceptar que haz estado conteniendo un estado depresivo, por algo más de dos meses, volver a sentir ese infierno interno, cuando ya te sentías inmune a esos pesares; cuando pensabas que ya no te merecías pasar por algo así; es nefasto y desgarrador. He tenido que recogerme como he podido, para poder enfrentar esta etapa tan inesperada como dolorosa. Nuevamente un reordenamiento interno, nuevamente otro yo.

Pasé de sentirme feliz y orgulloso de lo que estaba construyendo; de la persona que tenia a mi lado; de la madurez conseguida tras años de conflictos y quiebres, a la más completa oscuridad. Ya me daba la libertad de compartir esa emoción con mi gente, esa satisfacción, esa plena convicción de  que las cosas estaban firmemente encaminadas. Confiar y descansar en el seno de ese pequeño, inocente e íntimo nuevo hogar. Pero de improviso, como quién te atropella, como quién te apuñala por la espalda, esa felicidad se destrozó por completo. Queda la sensación de que algo tan mío, tan preciado me fue arrebatado, extirpado, dejándome atónito, descentrado. Me ha costado procesarlo, he luchado con el vicio de culparme, han surgido decenas de emociones, decanas de ideas, decenas de pasiones intensas. Esto ha sido parte de 8, el proceso.

Aún recuerdo esa mañana en la que desperté asustado y me abracé a ella…
-          “¿Qué pasó?”
-          ” Tuve una pesadilla… Habíamos vuelto a terminar…”

8, es el proceso, el remolino, el ir y venir de estados y cambios, de descubrirse, de desencantarse, luchar con la desesperanza más profunda, asirse de convicciones que se disuelven al segundo, para ir en busca de una nueva, que otra vez se vuelve a desfragmentar ante tus ojos, porque en lo que creíste y confiaste te dejó una enseñanza despiadada: nada es lo que parece.

8, es como un cedazo, que va decantando lo que va quedando de mi.

Y parte de ello es lo que da forma a esta editorial, y no da pié a la que ya había redactado días atrás. Prometí hacerlo, pero me prometí no hacerlo. Porque repetir no es parte de lo que deseo hacer; porque imponer convicciones nunca fue la solución; porque no puedo, ni me merezco pasar la vida fabricando y parchando fe. Luchas por lo que crees, crees en lo que es importante, le das importancia a lo que existe en el corazón. Hoy parte de mi descansa en esa convicción, de haberlo intentado, sin reparos, sin excusas, sin peros… haya o no sido valorado, haya o no haya sido comprendido o recordado… la apuesta fue mía, y de nadie más. Perdí yo, y nadie más.

Cada uno de los números, representa un momento, una imagen interna y una persona. Es una relación mística, una forma de estructurar cada enseñanza atesorada en estos últimos cuatro años. 8 es el caos por antonomasia, y no promete nada, sólo exige paciencia y simplemente predica que nada será lo mismo. Lo comparto, porque esta etapa esta llegando a su etapa cúlmine, y sinceramente, no se que sorpresas se avecinan de hoy en adelante.

No tengo claridad si seguiré develando mis ideas y sentimientos a través de este espacio por algún tiempo más. Quizás si, quizás no. Lo más probable es que retome viejas historias, y nuevamente vuelva a sublimar mis emociones y deseos a través de espacios oníricos. Tengo hermosos proyectos que aún deseo concretar, personajes que debo rescatar, amores de letras que debo proteger… y una pequeña y preciosa señorita que día a día me pide jugar un ratito más. Y en lo personal. Un nuevo objetivo que forjar. 

0 comentarios: