KILTROENLLAMAS

Decepcionante y Violento. Así fue este año que se va sin muchas ganas de retenerlo. Se que no sólo para mi fue tremendo, sino que para muchos compatriotas fue traumático. Con terremotos y frustraciones varias, objetivos no alcanzados, metas esquivas, proyectos que se fueron a pique. El tigre no tuvo mucha paciencia, y golpeó impulsiva y potentemente, removiéndolo todo, borrándolo todo sin compasión.

Me imagino a los pobres micro empresarios del país, los miles de chilenos que perdieron su hogar, sus familias, los sueños que dejaron de ser de un segundo a otro. Frente a esas experiencias, lo que yo viví, se limpia de dramatismo Fue amargo, triste, decepcionante en muchos aspectos, pero sigo aquí. No le doy muchas vueltas a eventos que no merecen más atención. Lo que queda en el camino se convierte en enseñanza, lo que guardo es valor, cariño, pequeños y significativos instantes a los que no renunciaré caprichosamente.

Este año fue poco contenedor, contradictorio, por momentos bastante ridículo. Partió con un año nuevo escaso, siguió con conflictos en el trabajo, con terremoto en vacaciones, quiebres de pareja, mineros resucitados, presidentes no deseados, cautivos ardiendo, familias impactadas en la carretera, bombas en embajadas.

Fue un año del que hay que despedirse con respeto, tanto por lo perdido, como por nuestra capacidad de sobreponernos y seguir adelante. Fue un año para probar el verdadero valor, y muchos lo terminamos orgullosos, de saber que hoy somos más fuertes, y que mañana, si seguimos de la mano de nuestros sueños, será aún mejor.